A finales de 1997, casa de Iwata mostró una moto que rompía todos los esquemas entre las deportivas, la Yamaha YZF 1000 R1.
Nunca antes se había llegado tan lejos queriendo construir una 1.000 con tamaño y peso de 600. De hecho, cuando nació era mucho más ligera y compacta que las Supersport de su época.
Hoy repasamos las 2 décadas de historia de la Yamaha R1.
1998 – 1999 Sin compromisos
Llegó para revolucionar el mercado y sentar las nuevas bases de las deportivas, con unas nuevas reglas de juego nunca vistas antes en modelos matriculables: 150 CV a 10.000 rpm para 177 kg en seco.
Minimalismo por doquier, geometrías agresivas, un motor radical y dotado de ejes desalineados... Fue la moto que hizo que las 600 y 750 dejasen de ser la referencia entre las tetracilíndricas. Su fama de salvaje no era inmerecida, su tren delantero siempre fue nervioso y su motor, con culata de 20 válvulas, válvula EXUP y carburadores de 40 mm, era entonces una bomba.
2000 – 2001 Mejoras concretas
Tras las dos temporadas, Yamaha decidió atacar los puntos criticados de la primera R1 a base de 150 pequeñas o grandes modificaciones: nuevo amortiguador, cambio más cerrado, nuevas formas del depósito, cúpula y colín más afilados, silenciador de titanio, discos más ligeros y un comportamiento general menos nervioso.
2002 - 2003 Llega la inyección
Nuevo chasis más aplomado, componentes más refinados, comportamiento más noble... Pero el gran cambio de la angulosa versión de 2002 fue la alimentación por una finísima inyección electrónica que lograba imitar el tacto de los carburadores, algo que buscaban todos los fabricantes sin demasiado éxito.
Hola, cundo me devuelmen mi moto
ResponderEliminarHermosas las motos
ResponderEliminarImpresionante!!!
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